PEQUEÑAS COSAS

Debe ser triste no tener ilusiones.
No se que pasará el día que se pierda el entusiasmo, que todo sea indiferente. Hay momentos en los que creo que eso esta a punto de ocurrir, pero solo dura un parpadeo.
No se si las decisiones que tomamos son las correctas, per desde luego es muy triste dudar de ellas, en fin es con algo que cargamos y que de alguna manera nos da fuerzas para seguir andando, para tener ilusiones hasta en los periodos en los que parpadeamos con más frecuencia, como si nos hubiera entrado un grano de arena muy pequeño en el ojo.
Hoy ha empezado a dar flores el galán de noche, Cestrum nocturnum, me gusta como suena en latín, lo llena de contundencia, de solemnidad y misterio.
La casa está envuelta en un aroma nuevo y mágico, y le cuento a las niñas que así olía la habitación en la que Sherezade le contaba los cuentos al sultán y que ahora en sus sueños, está también la magia de Oriente.
A fin de cuentas son las pequeñas cosas las que nos dan fuerzas para seguir adelante. Un reflejo, un sueño, un aroma, la luz que envuelve algunos objetos, el fugaz esplendor de una flor, o algo tan sencillo como ver perderse una gota de agua en un frenético ritmo en el que no puede intervenir, solo puede dejarse llevar intuitivamente....

Monica Sera