Sunday, July 09, 2006

PINK MOON


Plomizo. Este era el color del día y el de su estado de ánimo. La inconsciencia le susurra imprudentemente y muy despacio al oído, que se deje llevar, que salga corriendo del trabajo, por qué hoy es uno de esos días en los que pasa nada o pasa muy poco.
Por una vez deja lo racional a un lado y sin dar ninguna explicación decide ponerse los zapatos y murmurando una disculpa inteligible, sale corriendo del gimnasio hacia su coche, lo arranca y centrándose únicamente en la carretera, abre las ventanillas, enciende el equipo de música y respira profundamente. La aguja del cuenta kilómetros no llega a pasar de 100, no tiene prisa, esta harta de ir corriendo siempre.
Hoy no se siente un animal social, ni quiere establecer lazos con sus semejantes, quiere dejarse abrazar por la soledad, no escapar de ella.
La llegada del solsticio la induce a envolverse con sus recuerdos, miles de imágenes se agolpan en su cabeza dándose codazos unas a otras dejándola en un estado de agitación incapacitador.
Su pie sigue posicionado en el acelerador y le tiemblan las rodillas al mismo tiempo que el viento alborota su pelo.
Hacía un par de meses había descubierto la existencia de aquel árbol por casualidad, justo el día de su cumpleaños y desde entonces en momentos como este, en los que el frío crece dentro de ella busca su cobijo apoyando la espalda en la corteza de su tronco. Sabe perfectamente que no esta en El Sucón debajo del nogal de su abuela, Asturias esta a mil kilómetros, pero el olor y el sonido de las hojas de los dos árboles es idéntico, y ambos comparten con ella largos momentos de melancolía en los que se siente como cuando tenía 8 años y pensó que era la responsable de que la luna algunas noches estuviera grisácea, por qué el año que ella nació el hombre piso la luna por primera vez y la dejo toda sucia. Ese verano pasó una noche entera debajo del nogal buscando la manera de que la luna volviera a tener un color rosado oyendo como la curuxa intentaba decirle que estaba equivocada desgañitándose sin que ella la entendiera.
Este incipiente verano le ha devuelto uno a uno todos los recuerdos del 77, pero sus preocupaciones son distintas ahora y se siente cómoda debajo de este gran árbol, le fascina que en él se den flores femeninas y masculinas, las femeninas aparecen en las ramas nuevas agrupadas en racimos de 2 a 4 flores pequeñas de color rojizo y las masculinas brotan en las ramas del año anterior formando amentos de color púrpura verdoso.
De este color se esta quedando la tarde y ve como poco a poco desaparece la luz del día.
Cierra los ojos y oye el sonido de la curuxa, no sabe si es real pero no va a mover los párpados para comprobarlo. Esta vez entiende perfectamente lo que le dice y está de acuerdo en que ella es la parte femenina del nogal, el color rojizo de los reflejos de su pelo y la cara de sus hijos y su marido la convencen de esto.
Cuando abre los ojos es de noche y una gran luna rosada se asoma entre las hojas del árbol.

Moni - Calidoscopica

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

gracias, gracias, gracias, y una sonrisa enorme que tiene mi corazon, que no me cabe hoy en el pecho. porque esta lleno de MOni caledoscopica, diferente, irrepetible, hermosa, ...
Gracias por este regalo tan único y tan especial como tu. Berta

5:39 AM  

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